Hoy 8 de abril nuestro querido Tigre cumple 101 años, me animaría a decir 96 de gloria y 5 de desgracias, aunque en los cumpleaños no se suelen recordar infortunios, si no al contrario, se recuerda los buenos momentos, pero en esta ocasión me siento con ánimos de “maldecir y desgraciar” a algunos, llámenme aguafiestas, pero mi impotencia me hará decir algunas verdades, quisiera hoy recordar nuestros logros y nuestras miles o millones de alegrías, pero no quiero hacerlo, no me da la gana y quiero como Stronguista irreverente y atrevido, mandar al frente a aquellos ladrones y maleantes que han pasado y están en nuestra Institución, y a los cuales debemos que en nuestro 101 años estemos con mas caras largas y sin nada que festejar.
Y es que infortunio tras infortunio, adversidades y penas son las que hemos pasando en estos cinco últimos años, vergüenzas humillaciones por errores de dirigentes, que repercuten en que hoy cuando cumplimos 101 años y empezamos a vivir un nuevo siglo, solo tengamos una “pinche misa” y una “mugre ofrenda floral”, y Yo que hago me pregunto.
101 años y una misa ¿?¿?¿?¿?, y que hacen los no católicos, no que ahora somos un estado laico ¿?¿?¿?, y que hacemos lo que no creemos en dios, que hacemos aquellos que consideramos el Stadio como nuestro único y verdadero templo ¿?¿?¿?, pues la respuesta es sencilla NADA, porque nuestra dirigencia lamentablemente se olvido de nosotros los futboleros.
Quizá su explicación es lógica, no podemos festejar nada cuando tenemos mas de una preocupación y desazón, que no nos deja dormir, pero lamentablemente mi cerebro ya adusto, y mi razonamiento ”infantil”, me dice que, un padre por muy desgraciado, pobre o pordiosero que sea, tratara de vender si es posible su alma al diablo con tal de que en el cumpleaños de su hijo, este se divierta y pase lo mas feliz que se pueda, bueno quizá mi lógica es estupida y por esa razón, hoy cuando deberíamos reunirnos todos los Stronguistas en donde mas nos gusta, “El Siles”, para festejar aplaudir y gritar con nuestro Tigre. Entiendo que nuestra situación económica, no nos permite traer al Manchester United, pero “un picadito” entre el Tigre y algún club paceño, no hubiera hecho mal a nadie, no importa que el rival fuese el Hiska, no hubiese sido algo especial y que nos hubiera alegrado el día a millones de Stronguistas ¿?, bueno como dice nuestro dicho “si no lo sientes no me entiendes”.
Ni modo, así nomás había sido, y ahora hoy 8 de abril estamos festejando el pasado, lamentando nuestro presente y llorando por nuestro futuro, como dice alguna canción del Tigre “lo negro es nuestra fiera suerte”, pero no olvidemos que somos los chicos mas fuerte en un equipo suicida, y quizá somos tan ilusos que pensamos que esta mala hora pasara.
Me pongo a recordar que los 100 años tan malos no estuvieron, después de todo, y me digo, por lo menos mejores que los 101 si estuvieron, y que cambio de hace una año a hoy ¿?¿?¿?, solamente gente, pero el Tigre cada vez mas mutilado, sobreviviendo, solo sobreviviendo, y con la palabra “descenso” en la mente.
La situación es complicada, el futuro una interrogante, pero la locura nos nubla la vista, esta enfermedad sin cura, este sentimiento nos hace olvidar todos estas desgracias y nos hace recordar aquellos bonitos e inolvidables momentos que pasamos, y es cuando se ama nada es demasiado, con estos colores benditos, con la “ATIGRADA SAGRADA”, recordar Viloco, recordar Achumani, recordar a Don Rafo, a nuestro Chupita, al Cabezón... nos da aliento y esperanza para entender que somos Tigres, garra valiente, y que estaremos heridos pero jamás muertos, y que debemos sopesar estos malos momentos porque al final la noche termina y sol Aurigro sale...
Esperemos, primero, que para los 102 sigamos en primera, después, que todos los Stronguistas estemos festejando copas, campeonatos y sobre todo estemos reunidos en nuestro Siles o por lo menos en una cancha y no en una iglesia, una plaza o cuatro paredes, y sobre todo que estemos gritando todos juntos:
STRONGUISTAS… K`ALATAKAYA HUARIK`ASAYA… HURRA HURRA VIVA EL STRONGEST, QUE VIVA CARAJO…